El limitado acceso a servicios de atención primaria en salud, especialmente en las comunidades rurales, incide en que los altos índices de desnutrición crónica —46.5%—, así como de mortalidad materna —140 muertes por cada cien mil nacidos vivos— no desciendan y sigan castigando a la población que está en pobreza —extrema 29.6% y severa 3.6%—, señaló Óscar M. Barreneche, representante de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Guatemala.
Barreneche advirtió a los guatemaltecos la urgencia de salir a votar el 11 de agosto para cambiar la realidad en materia de salud en el país, ya que dijo “el Estado es el encargado de garantizar la atención de salud y este debe aumentar la inversión”.
“El mensaje es claro, no se puede exigir sin cumplir, si no se va a votar no pueden quejarse de las condiciones en materia de salud”, advirtió Barreneche.
La polémica declaración se da después de que la OMS señalara que a partir del 2015 se redujeron 66.5% los puntos de atención en el país, “mucha población se quedó sin atención de salud cuando se cerraron contratos con oenegés que daban un paquete de servicios limitados —control prenatal y vacunación—, pero cuando se depende de las oenegés no es sostenible, porque —el servicio— no ha sido institucionalizado”.